domingo, 19 de abril de 2015

Panteón Civil de Xoco.

No es solo un panteón civil. En el se guardan misterios, y relatos de los veladores que llevan ¡más de 40 años trabajando en el!


Crónica San Fernando



Crónica San Fernando 

Al abrir la puerta del taxi   y bajar el pie derecho, fue el primer momento que descubrí  que había algo de especial en la calle de san Fernando. Una calle muy arbolezca, con un pequeño parque que da hacia la avenida hidalgo; pero,  lo mejor fue que me rodeaba de edificios coloniales y mejor aún la mayoría estaban conservados. De inmediato me percate de la parroquia y del panteón (que llevan el mismo nombre) estos seguían con la misma premisa colonial, camine hasta la orilla de esto edificios para sentirlos más cerca y  descubrí que el panteón contaba con un museo (algo que desconocía).

Entre emocionado por la puerta principal del panteón, de inmediato intente pasar al museo; pero, había olvidado que los lunes no los abren, me había emocionado tanto de ver que había un museo que no recordé ese dato. Tendría que seguir mi recorrido, volteo, no había dado ningún paso  cuando: ante mis ojos se aparecen un tipo de arquitectura en la periferia del panteón  muy poco común, aquel contorno tenia pasillos altos , calculo  tres y medio metros, con muchos espacios de nichos por un lado  y unas columnas de piedra muy anchas por el otro lado.

Observe de inmediato dos cosas 1-  Enfrente de mi había un  mausoleo que era idéntico al templo griego Partenón, obviamente las dimensiones son distintas entre ambos (a quien después el guardia me comento que ahí descansaban los restos del presidente Benito Juárez García). 2- alrededor de las criptas no había ni un indicio de tierra, ósea los ataúdes   con los restos de los cuerpos no eran enterrados, no había criptas  si no que los metían en un espacio, en una caja hecha de diferentes materiales, pero el mármol es el que más abunda.  

Saco mi cámara, la acerco a mis ojos, siento dos toques en mi espalda: “disculpe señor no se puede tomar fotografías al menos de que tenga un permiso “. Maldición, tuve que haber salido de ahí con unas fotos .

Unas de las cosas sorprendentes era que casi todos  las criptas tenían eran sus fechas de nacimiento y muertes de las personas ya que eran fechas muy antiguas; 1879 a 1932 por poner un ejemplo. Al estar fijándome en eso  “retembló los centros de  la tierra, al sonoro rugir el cañón” Me encontré con la cripta de francisco Gonzales Bocanegra  
Descubre el pueblo mágico de Mixquic. Acompáñanos en éste recorrido, por este fantástico lugar en el Distrito Federal.



Mixquic: Crónica de un nuevo día.

           Por: Eduardo Domínguez Delgado. 
          Esperando en la explanada de la universidad a los compañeros que faltan por llegar al punto de reunión para poder partir rumbo al Panteón Jardín. Platicas superficiales, espontáneas y risas sinceras hacen pasar los minutos de manera más rápida.
          Se partió de la escuela. Al llegar al automóvil todos toman un lugar, aún sin saber que el día será especial, único, melancólico para algunos, coloreado de rosa para otros enamorados, pero eso sí: agotador.
          El automóvil se llena de buena vibra: música, risas, besos, caricias, sonrisas, pláticas amenas y pláticas existenciales que emanan lágrimas, lágrimas que, inútilmente, aunque salen del pecho, no logran dar esa profundidad y ese sentimiento que uno desea expresar, pero fue un llanto no amargo, sino uno liberador, me hizo abrir los ojos: “Nosotros no vivimos el momento, el momento nos vivió”.[1]
          El Panteón Jardín tiene una entrada de suburbio norteamericano, una construcción de tumbas de mármol dignas de las casas de clase media alta que fácilmente pueden competir con la mejores moradas del “Sueño Americano”; cualquiera lo diría si es que no se observaran las cruces que inundan campo santo.
--Pues yo creo que esto sería mejor si nos lo tomamos en serio y dejamos de jugar—algo así dijo Sarita. Todas las risas “mal viajadas” se acallaron, como si una voz estentórea hubiera sentenciado.
          Era el momento de entrar para realizar el proyecto.
--Necesitan traer una carta de la universidad que indique que les dejaron realizar este trabajo, chicos—nos dijo la mujer que recibe a todo aquel que desee entrar a visitar las blancas tumbas.
          Es cuando se resuelve, después de mucho meditarlo, corroborar nuestros itinerarios y planes de los días posteriores, dirigirnos hacia el Panteón de Mixquic. El camino fue, considero, rápido. Se cruzó de la delegación Tláhuac, hacia el sur de la Ciudad de México, erróneamente tomando camino por Chalco, pero al fin llegamos; tomábamos fotos y video, subimos por el quemacocos, los cabellos cubrían el rostro de los tres y re papaloteaban gracias a la velocidad; fue hermoso compartir ese momento y escapar de lo cotidiano; ver verdaderos y grandes árboles y pastizales verdes, era algo de lo que había perdido capacidad para percibir; ganado al lado de los lagos que reflejaban los fuertes y bochornosos rayos de sol.
          Temimos lo peor cuando la entrada principal del panteón estaba cerrada con una cadena y el respectivo candado. Pero no, ingresamos por la biblioteca, después subimos al pequeño museo, y por la puerta trasera ingresamos al panteón. Se grabó tanto en las instalaciones internas y externas del recinto.
          No nos poníamos de acuerdo para las grabaciones y los diálogos, pero al final todo se logró.
          No sé si fue por el paraje, pero el tema de cómo imaginas a Dios, la acción de morir y lo que creemos sucede después de la última exhalación fueron tópicos de creencias, valores, conocimientos y pensamiento filosófico-existencial que promovió una interesante y reñida discusión que duró por varios minutos. Al final nadie ganó, nadie lo sabe, nadie ha regresado de la muerte para contárnoslo. Incluso se tocaron temas como la Teoría de Big Bang. Las conclusiones fueron las siguientes: Somos seres imperfectos, como para entender algo tan pero tan bellamente perfecto; Dios es infinito. Y lo que me pareció más hermosamente abrumador, es que por más que indagues, nadie te puede decir en dónde nació Dios; de igual manera, la ciencia no te puede explicar cómo es que el universo estaba en un estado de alta densidad, y luego, simplemente, se expandió, dando lugar al Big Bang. Saben cuál fue nuestro resultado (al menos el mío): La teoría del Big Bang fue, es y será Dios; y sólo hasta ese momento Él decidió o pudo manifestarse de diferente manera. Vaya que somos inútiles para entenderlo.
          La comida corrida estuvo estupenda, incluso me dio el “mal del puerco”. Bromeamos, hablamos del futuro, descansamos un poco y se hizo una última entrevista a las cocineras.
          El regreso fue exageradamente cansado; todos querían a la de ya, llegar a sus hogares. Aún así, había tarea, teníamos que cenar, ponernos de acuerdo para hacer un blog y balancear toda la vida escolar, laboral, emocional y no sé cuantas cosas más somos capaces de llevar a cuestas sobre los hombros.
          Fue un día que me quitó telarañas y una sábana de encima que me nublan la capacidad de afrontar  preocupaciones, aquellas que te roban la cabeza, que lamentable o afortunadamente, la mayoría, se resuelven en el largo plazo. Todos se fueron con algo positivo y nuevo ese día, como lo debería de ser todos los días; y sí, para bien o para mal, que estúpidos somos como para entender algo tan bello: La vida. Tal vez la vejez me ayude a entenderla después, hasta entonces terminaré con esta crónica. Cuando sea viejo, tal vez lo entenderé.
       




[1] Boyhood. 

Panteón Español

Un portal del tiempo.

A las afueras de la estación del metro panteones de la ciudad de México, se encuentra uno de los cementerios más antiguos de nuestra capital. Rodeado de el Americano, Alemán, Británico, entre otros, es uno de los más hermosos hablando en términos del arte fúnebre.

Entrada principal.
Fue inaugurado por la esposa de Porfirio Díaz, Carmen Romero Rubio, el 5 de diciembre de 1886, junto con la Sociedad de Beneficencia Española que ayudaba a los españoles residentes en México verdaderamente necesitados, cabe destacar que su hospital sigue en servicio. Como registro se tiene que la primera persona sepultada allí fue un niño de 1 día de nacido, fallecido el 12 de diciembre de 1886.
Escudo de la Sociedad de Beneficencia Española.
Antes de ser cementerio todo el terreno que hoy se ocupa, era parte de la Hacienda El Blanco y El Prieto, propiedad de Don Manuel Vicente Vidal, propietario también de la Hacienda Vista Hermosa en el estado de Morelos. Actualmente cuenta con 100 hectáreas y en ellas más de 50 lotes, todos ya ocupados.
Mapa del cementerio.
En este lugar podemos encontrar lápidas, estatuas, mausoleos y herrería, que te remontarán a diferentes tiempos y espacios, gracias a las verdaderas obras de arte de estilo gótico y barroco que encontraras en los diferentes sepulcros. Quedarás verdaderamente asombrado por la belleza de cada una de ellas, cabe destacar que algunas se encuentran dañadas ya por el paso del tiempo y también olvidadas por sus familiares.
A continuación se muestran imágenes de lo que podrás encontrar en tu recorrido por este hermoso lugar.
"Fué tu muerte la de un justo, merecida recompensa a tu vida toda amor, caridad, trabajo y honradez. Tu afligida esposa."
Los monumentos y la naturaleza viva y muerta te transportan a otros tiempos y espacios.
El paso del tiempo a dañado algunos sepulcros.



En este cementerio se encuentra miles de personas sepultas, tanto internacionales como nacionales, personalidades de la sociedad mexicana, militares, capitanes, escritores, médicos, músicos, cantantes y actores. Y hablando de actores si eres admirador de "Cantinflas" o de las películas de la actriz que compartió créditos con Pedro Infante, Sara García este es un buen lugar para recordarlos, ya que sus restos descansan en este lugar.